Nuestros mayores enemigos a la hora de alcanzar nuestros retos, desarrollar nuestra Marca Personal (Personal Branding) y superar nuestras dificultades no son los políticos, ni nuestros padres, ni el sistema, ni siquiera las crisis de diversa índole que nos atacan…..
Nuestros mayores enemigos son nuestros pensamientos. Si , los automáticos. Los que se disfrazan de identidad y parece que “no los podemos evitar”.
Parecen tan automáticos que los que saben de estas ciencias nos hablan de un ejército de más de 60,000 cada día. Parece que no somos responsables de los mismos, porque son tan automáticos como los latidos de nuestro corazón.
La mala noticia es que son demasiados como para monitorizarlos. La buena es que tenemos el corazón o más bien las sensaciones, o las emociones desagradables que nos permiten pararnos un instante, y decirnos: “¿qué estoy pensando en este preciso momento?”.
Y ese es el primer paso para cambiar: la identificación de tu pensamiento limitante.
Pongamos un ejemplo. Pepe quiere vivir muy bien de su proyecto de Coaching. Descubrió hace 3 años las bondades de esta nueva profesión a través de un proceso que vivió para salir adelante de su relación con Laura.
Hizo lo que hace cualquier persona que le apasiona algo: formarse. Después de un año, 10,000€ gastados en formación y algún que otro curso de emprendimiento del ayuntamiento de su localidad , donde le enseñaron a hacer su web , su tarjeta de visita y su facebook y twitter, resulta que han pasado 6 meses y apenas tiene 3 clientes. Sus amigos le preguntan con cierta sorna qué tal le va, y Pepe responde con un fuerte dolor de estómago: “Genial, mejor imposible.”
Pepe siente un vacío muy fuerte y una sensación de fracaso angustiosa. Su autoestima por los suelos. Su propia supervivencia le hace revolverse y las dudas le asaltan repartiendo responsabilidades en igual proporción a Laura, sus padres, la escuela de coaching, el ayuntamiento, Rajoy, Zapatero y el sistema económico. Tiene ganas de irse de Madrid porque piensa que los españoles no sabemos apreciar el coaching. Le han dicho que en Chile y Uruguay las cosas son muy distintas. Que allí podría ganar 5,000€ al mes. Pero con sus 700€ mensuales que le resportan sus 3 clientes, no tiene dinero ni para el vuelo.
Su dolor de estómago y su estress no le deja dormir por la noche, y cada vez se siente más abatido. No tiene ganas ni de preparar el proyecto de formación y coaching que aquella empresa farmacéutica, Poche, le pidió hace 2 meses y aún no ha terminado porque es su última bala para hacerlo bien en el mundo del coaching.Tiene que ser perfecto.
IDENTIFICAR EL OBSTACULO
Un día Pepe decide ver a un amigo Coach llamado Javier.
– “¿Qué quieres Pepe?” le dice Javier.
– “Quiero ser Coach y vivir bien de ello”
– “¿ Y que piensas?”
-”Es imposible ganarse la vida con el Coaching en España”
– “¿Qué sucede cuando piensas eso?”
– “Que me vengo abajo, que no me apetece hacer ni el proyecto para Poche, y que he perdido un año de mi vida y mucha pasta”
– “¿ Qué sucede cuando piensas eso?”
– “Que siento que mi vida es una mierda y que voy a echar Curriculums a ver si alguien me quiere, o emigrar a Chile que me han dicho que allí el Coaching si funciona”
– “¿Qué haces cuando piensas eso?”
– “Pues nada, porque creo que ni siquiera nadie me cogería, y lo de Chile me lo han dicho para animarme pero no me lo creo.”
– “¿Qué haces cuando piensas eso?”
– “Me echo a llorar”
El pensamiento de “Es imposible ganarse la vida con el Coaching en España” es la creencia limitante de Pepe. Está basada en ciertas interpretaciones de una realidad que vive Pepe, una realidad distorsionada pero que para Pepe es absolutamente cierta. Seguro que los cientos de profesionales del Coaching en España no están deacuerdo con Pepe. la diferencia entre éstos y Pepe es precísamente su creencia con respecto a esa frase.
Para resolver un problema, lo primero que hay que hacer es VERLO, identificarlo, ser parte de ese problema. Por lo tanto para cambiar una creencia limitante , el primer paso es IDENTIFICARLA.
En próximas entradas veremos los pasos para eliminar las creencias limitantes.
Enrique Jurado
