La recta final de año que anuncia la proximidad de las fiestas de Navidad nos recuerda que estamos saboreando los últimos instantes de este 2013. Con la perspectiva que aporta la visión del mes de diciembre que representa la cima de la montaña escalada a lo largo de los once meses previos, es positivo tener actitud de hacer balance:
1. En primer lugar, puedes mirar en tu corazón para hacer inventario, en primer lugar, de los grandes retos que has logrado este año, de las satisfacciones que acumulas en tu corazón, de las nuevas personas que has conocido y que ya forman parte de tu vida, de los viajes que has realizado y de los momentos de felicidad que has pasado en familia.
Después, puedes poner el foco de atención en la asignatura pendiente que no has podido cumplir en este 2013. No te preocupes, la vida es larga y tienes todo el futuro por delante para insistir en el camino de la búsqueda. Elabora un plan de acción para lograr tres metas importantes a lo largo del próximo 2014.
2. Sé sincero contigo mismo ya que la peor mentira no es aquella a la que te somete otra persona sino tú mismo cuando caes en el autoengaño. Este balance emocional solo tiene sentido cuando eres sincero y te cuentas la verdad.
3. La escritura es un vehículo positivo para mirar dentro de ti. En ese caso, puedes realizar el ejercicio de escribir una carta a un amigo imaginario al que hace años que no le ves y quieres detallarle cómo ha sido tu año. Guarda la carta para poder releerla en cualquier momento.
4. Puedes aprovechar la proximidad de las fiestas de Navidad para hacerte un regalo por adelantado y comprarte un diario que será tu mejor compañero emocional a partir de ahora. Un diario es un buen refugio para plasmar tus pensamientos y vivencias con total confianza.
5. Dedica las fiestas de Navidad para estar con tu familia, descansar y saborear como un premio el relax después de un largo tiempo de trabajo y esfuerzo.
Foto – Hablemos en familia