Autor: Jesús Mª Martínez del Rey
El mago mentalista Javier Luxor clausuró con un inteligente y divertido espectáculo las II Jornadas Profesionales de Coaching. Entre los diferentes números de agilidad mental y mentalismo que realizó, hubo uno que invitaba pensar “fuera de la caja”.
Este ejercicio consiste en solicitar un número a unos de los asistentes. Desde el público le dieron el 34. El mentalista dibujó una matiz de cuatro filas y cuatro columnas, situando el 34 fuera de ella, en la parte superior.
En pocos segundos, escribió en cada recuadro de la matriz ( a modo de sudoku), cifras que sumadas en fila, en columna, en diagonal (como las clásicas sopas de letras), tomadas de cuatro en cuatro en celdas contiguas, etcétera, sumaban 34.
La moraleja de este ejercicio era que hay que pensar “fuera de la caja”. Es decir, el número 34 estaba presente delante de nosotros en todas aquellas combinaciones, no solamente como número de dos cifras, así escrito.
Este ejercicio realizado por Javier Luxor me recordó el famoso estudio de la creatividad que, en los principios de los años setenta, hizo el psicólogo J.P. Guilford: el puzle de los nueve puntos. Había que unir nueve puntos (tres filas por tres columnas) con una única línea recta. Este puzle es el que figura hoy en la página de inicio de cientos miles de teléfonos móviles para que el usuario dibuje una figura que le permita el acceso a los servicios del teléfono.
Este puzle y la frase “pensar fuera de la caja” se han convertido en una metáfora de la creatividad.
Profesores norteamericanos e israelíes viene desafiando esta creencia desde hace algunos años. Dos de ellos, Drew Boyd y Jacob Goldenberg, acaban de publicar Dentro de la caja, en el que propugnan que la creatividad se “oculta dentro de la caja.”
La tesis de este libro es sencilla: hay soluciones muy creativas ocultas a plena vista de un producto, servicio o entorno ya existentes.
Los autores consideran que el acto creativo:
- No es un acontecimiento extraordinario.
- No un don con el que nacemos
- Sí es una destreza que se cualquiera puede aprender y dominar.
Boyd y Goldenberg se basan en el concepto Mundo Cerrado, propuesto por Romi Horowitz en los años noventa. El Mundo Cerrado se basa en la idea de que miramos hacia dentro en lugar de hacia fuera, y que esto nos impulsa hacia el territorio virgen de ideas realmente creativas (ideas que son la vez originales y útiles). Es decir, el mundo que nos resulta familiar.
Consecuencia de ello , proponen un método de innovación llamado Pensamiento Inventivo Sistemático (SIT, en inglés), que no es otra cosa que sistematizar los patrones de pensamiento que la humanidad ha venido usando durante miles de años.
Personalmente, solo opongo un pero a este disruptivo libro. Los autores consideran que su método es la única manera de innovar. Estimo, en la línea que expresa el viejo aforismo chino: “gato negro, gato blanco, lo importante es que cace ratones.”, que la creatividad está dentro de la caja o fuera de la caja, siempre que se tenga la actitud de caminar hacia delante.
¿Acaso en el número de mentalismo de Javier Luxor no están las soluciones dentro de la caja, simbolizada en la matriz de cuatro por cuatro? ¿Acaso el número de mentalismo descrito no es una invitación a mirar la matriz cuatro por cuatro desde fuera, para encontrar el 34?
Drew Boyd, Jacob Goldemberg, Dentro de la caja. El proceso creativo que funciona en todos los casos. Empresa Activa. Ediciones Urano, 2014