Autora: Catalina Gutiérrez
¿Cuáles son tus planes para 2015?
Típica pregunta de cada mes de enero.
Pero es una pregunta obligada. ¿No te parece?
Nuevamente nuestro barco va a zarpar y necesitamos saber si vamos a seguir el mismo camino que ya habíamos comenzado tiempo atrás o si vamos a cambiar la ruta. Para ello, lo primero sería preguntarnos:
1. ¿Hacia dónde vamos?, ¿cuál es nuestro destino?
Puede que el destino sea Paris, Miami, Medellín o Madrid.
Puede que el destino sea tener un hijo este año.
Puede que el destino sea hacer que nuestra empresa crezca, que nos asciendan en el trabajo, renunciar y montar tu propio proyecto, hacer un par de maratones, encontrar el amor de tu vida, mejor dicho, encontrar el amor de mi vida, o ser más paciente, más generoso y tener mejor humor.
¿Ya sabes cuál será tu destino este año?
Bien, anótalo.
2. ¿Sabes por qué quieres llegar a ese destino?, ¿por qué quieres lograr eso?, ¿hay una razón que realmente te motive?
Recuerda que cuando salgas al mar se presentarán tempestades, días preciosos y días de lluvia, y tú serás el capitán de tu barco, el responsable en cada una de estas situaciones. Así que si vas a ir a “ese destino” que has seleccionado, debes estar seguro por qué razón quieres ir allá. Aunque, la mejor pregunta sería: ¿para qué quieres llegar hasta allá?
Es tiempo para reconsiderar tu destino. ¿Lo quieres cambiar?, hazlo. ¿No lo quieres cambiar? Vale, sigamos.
Ese “propósito”, ese “para qué” es lo que hará que te levantes cada mañana aunque la tormenta esté en su peor momento. Así que ese PROPÓSITO debe ser arrollador, debe enloquecer a tu corazón, debe apasionarte y si es posible, debe ponerle alas a tu sonrisa y a tus días.
¿Lo tienes claro? Vale, no insisto.
Ahora que lo tienes tan claro, ¿qué vas a necesitar para hacer este viaje?
Necesitaremos nuestra documentación, por supuesto.
Necesitaremos nuestra identificación, tu identificación.
3. ¿Quién eres?, ¿de dónde vienes?
Esto ayudará a que no te confundan con alguien que no eres y termines en un lugar al que quizás no perteneces.
Además, necesitaremos información del camino y del destino.
4. ¿Qué clima hará durante el viaje?, ¿qué obstáculos aparecerán en el camino?, ¿qué temperatura tendrá el lugar de destino?, ¿qué idioma se hablará?
En este punto también es importante preguntar a otros viajeros que hayan hecho un viaje parecido. Esta información es valiosa, no obstante, recuerda que cada viaje es único.
Después de conocer esta información ya podrás tener una mejor idea de los accesorios y las herramientas que necesitarás durante tu viaje. Podrás prepararte para lo previsible, pero también deberás estar preparado, de alguna manera, para lo que no está previsto que suceda.
5. ¿Ya sabes las herramientas, accesorios y estrategias que necesitas?
Haz un listado.
6. ¿Sufres de alguna enfermedad?, ¿sufres de algo?
Tendrás que vacunarte y llevar los medicamentos y estrategias necesarias que te puedan servir en un momento de desconfianza, ansiedad, desilusión, terquedad, falta de recursos, etc.
¿Y qué vas a hacer cuando te piquen aquellos mosquitos indeseables que te arruinan el viaje? Esos personajes que te dicen: “Tú no puedes, ¿para qué lo hiciste?, ¿lo has visto? Ha pasado lo que te había dicho. No debiste de haber viajado”. ¿Qué vacuna te vas a poner?, ¿y si falla esa vacuna/estrategia?, ¿tienes algún plan b?
7. Orientación. ¿Y qué hay de la brújula?, ¿qué usarás cuando pierdas el camino?
El corazón, el alma o el espíritu o como lo quieras llamar siempre está disponible para “hablarte” y decirte cuándo algo va o no va por el camino indicado. Y si no sabes cómo interpretar “sus palabras”, es muy simple. Pregúntate o dile a alguien que te pregunte: ¿Te ves emprendiendo tu empresa?, ¿te ves formando una pareja estable con esa persona?, ¿te quieres ir del país? Luego imagina esa situación y enfócate en cómo te sientes haciendo eso (aunque sea en tu imaginación). ¿Te sientes tranquilo/a?, ¿te sientes angustiado/a?, ¿te sientes feliz?. Ese es el lenguaje del alma orientándote sobre una respuesta, una decisión o un camino.
8. Estado físico. ¿En qué condiciones se encuentra ahora tu cuerpo?, ¿te sientes con fuerza y vitalidad?, o ¿estás agotado/a?
El camino es largo y necesitarás estar muy bien para disfrutar y enfrentar todas las aventuras. ¡Qué tal un chequeo de comienzo de año y mejorar tus hábitos!
9. Otro aspecto muy importante del viaje es la actitud.
¿Has visto que algunos viajes muy bien organizados terminan siendo una experiencia terrible y otros viajes sencillos terminan siendo algo maravillosos? Creo que todo es actitud.
¿Con qué actitud te subes a tu barco?
¿Simplemente te subes porque te toca, por obligación, por compromiso?, ¿porque no tienes otro barco que abordar? O, ¿realmente te apasiona la idea de estar subido/a en tu barco y de viajar hasta el destino que te has trazado?, ¿vas abierto/a a nuevas experiencias, aprendizaje y aventura?, ¿vas abierto/a a disfrutar aunque encuentres piratas, príncipes y monstruos?
10. ¿Tienes una lista de contactos?, ¿estás construyendo redes?
Elabora y lleva tu lista de contactos, de capitanes, marineros y otros. Nunca se sabe qué apoyo se pueda necesitar en medio del océano.
11. ¿Llevas contigo tu cámara?
No olvides tu cámara instantánea, esa que se compone de todos los sentidos, cerebro y cuerpo en general, esa que registra los momentos más maravillosos, los más simples, los más impresionantes, los que tú quieras grabar en tu mente y en tu corazón para que el viaje no pase en vano y que cuando llegues a tu destino puedas recordar los mejores momentos del camino.
12. Pero ante todo, no olvides la ilusión y la capacidad de disfrutar. ¿Preparado/a?
Podrán pasar muchas cosas, podrás perder cosas en el camino, pero si llevas contigo la capacidad de disfrutar y de aprender, valdrá oro cada minuto del viaje.
Haz de tu 2015 toda una aventura.
Buen viento y buena mar.
Y si no lo hay, buena cara y maravilloso espíritu para aprender del camino.