La amistad produce múltiples beneficios en nuestro bienestar emocional, incide de forma directa sobre nuestro nivel de autoestima. Las relaciones sociales son connaturales a nuestra propia esencia. Necesitar momentos de soledad no es incompatible con tener entornos de socialización. De hecho, no solo es que ambos planos se complementan sino que además, uno da sentido al otro.
El pasado 14 de febrero celebramos el día del amor, un sentimiento que no solo tiene un gran protagonismo en la vida sino también, en cine y la literatura. Sin embargo, la amistad no es un bien secundario en nuestro desarrollo personal. Por esta razón, hoy analizo los beneficios que produce la amistad sobre nuestra autoestima:
1. Muchos de los momentos de ocio los compartimos con amigos con los que compartimos inquietudes en común. Ello aporta una gran felicidad puesto que te permite potenciar tus inquietudes, al tener otras personas de las que poder aprender y con quienes poder compartir. Por ejemplo, es probable que una persona a la que le encanta la literatura, busque actividades que giren en torno a esta temática y encuentre personas igualmente interesadas en el universo literario.
2. Con los amigos de verdad establecemos una confianza plena, nos mostramos tal y como somos. Abrimos nuestro corazón para compartir vivencias. La charla con un buen amigo resulta totalmente terapéutica. De ahí que, por ocupada que esté una persona por motivos profesionales, no debería estarlo tanto como para descuidar las relaciones de amistad que son tan constructivas a nivel emocional.
3. Gracias a los efectos de la amistad también reducimos nuestro nivel de ego, evitando quedar encerrados en nuestro propia mismidad, para mirarnos en los ojos de la alteridad. La interacción yo-tú crea un microcosmos que se muestra en el valor del nosotros.
4. Cuando una persona lleva un tiempo en el que hace poco planes sociales, pasa mucho tiempo en casa y se ha acomodado en esta situación de soledad, también siente cómo sus habilidades sociales están un poco adormecidas. Por tanto, a través de las relaciones de amistad también ponemos en práctica la amabilidad, la generosidad, la simpatía, la escucha activa, la disposición hacia el otro…
5. Los amigos nos ayudan a conocernos más y mejor a nosotros mismos ya que aunque somos conscientes de algunos de nuestros defectos y de algunas de nuestras virtudes, la óptica externa también nos aporta otra mirada que resulta totalmente complementaria y nos aporta una mayor información de nosotros mismos.
6. Practicar el valor de la amistad es una de las mejores terapias antiestrés y una de las mayores fuentes de resiliencia personal. Las penas son menores cuando contamos con el apoyo de los amigos. Del mismo modo, las alegrías son mayores gracias a la compañía de los demás.
7. Gracias a la amistad contamos con cómplices de vida.
8. Descubrimos el valor del perdón ya que no existen amigos sin defectos. Del mismo modo, también descubrimos el cariño incondicional cuando somos perdonados.
9. Un amigo de verdad no quiere cambiarte, te ayuda a ser más tú todavía. Te conoce de verdad y no te juzga a partir de la apariencia.
10. Podemos aprender de los amigos grandes lecciones de vida. Piensa en esa persona que es un referente para ti y a quien admiras por sus valores.