Las dificultades no son muros infinitos sino puntos de pausa en el camino de la vida. Frente a una dificultad conviene potenciar la paciencia, la perseverancia, la lucha y la valentía. En esa relación que existe entre el sujeto y el objeto externo conviene comprender que la persona es capaz, competente y autónoma para gestionar ese conflicto y no dejarse vencer por él.

Es decir, tú puedes apartar esa piedra del camino. Para ello, acércate hasta ella sin miedo y retírala.

Cuando te dejas vencer por el miedo y te sientes incapaz de afrontar una dificultad se produce el efecto contrario: esa dificultad te domina a ti hasta el punto de que se convierte en un imposible en tu mente.

¿Cómo crecerte frente a las dificultades?

1. Gracias a un proceso de coaching podrás descubrir tus fortalezas y debilidades.

2. Echa la vista al pasado para comprobar todo lo que ya has conseguido en tu vida y todos los retos que has afrontado con éxito.

3. Analiza qué recursos necesitas para superar esa dificultad. Haz un inventario con los recursos que ya tienes y apunta también, aquellos que te faltan.

4. Planifica un plan de acción y recuerda que es importante tener un plan B.

5. Ocupa tu mente en otros temas porque existen dificultades que se convierten en un gigante, precisamente, por pensar demasiado en ellas. Disfruta de tus aficiones, céntrate en tu trabajo, sal a caminar todos los días y queda con tus amigos.

6. Visualízate a ti mismo afrontando esa dificultad con valentía. Visualiza la escena tantas veces como necesites para generarte más confianza a ti mismo y para ganar autoestima.

7. Pide ayuda. En la vida no estás solo, de hecho, la colaboración es un ingrediente muy positivo en el ámbito laboral que puede ser aplicado al plano personal. Si necesitas ayuda, pídela.

Imagen: Éxito y Superación Personal