Durante las vacaciones de verano, la mayoría de las personas tienen una agenda social más intensa, disfrutan de más momentos de amistad compartidos. Reencuentros personales que nos ayudan a tomar conciencia de que la vida con amigos, es mejor. Sin embargo, la amistad no debe reducirse únicamente al periodo estival sino que a partir del próximo mes de septiembre, momento en el que comienza un nuevo curso escolar para los adultos, comienza un nuevo ciclo también en la vida personal. ¿Cómo ser un buen amigo y llegar a ser la mejor versión de ti mismo en la amistad?
1. Las aficiones comunes unen mucho a dos amigos. Potenciar estas aficiones compartidas es un hábito constructivo para encontrar puntos de encuentro en la rutina cotidiana. Por ejemplo, si sabes que a uno de tus amigos le gusta la lectura, ambos podéis participar en un taller de lectura.
2. Muchos planes de ocio no tienen un coste económico. Caminar y dar un paseo en compañía de un buen amigo es un plan saludable para disfrutar de su conversación. El ejercicio de caminar es una metáfora de la propia vida ya que la existencia humana muestra un trayecto vital que tiene principio y final. El camino de la vida es más enriquecedor gracias a esos compañeros de viaje que comparten pedacitos del camino a tu lado.
3. No dejes los planes de ocio únicamente para el fin de semana porque con una buena organización es posible disfrutar de momentos personales muy agradables también entre semana. Por ejemplo, es posible ir al cine en el día del espectador u organizar una comida con compañeros de trabajo en miércoles. Lo más importante es recordar que nuestra felicidad no puede estar condicionada por el día de la semana ya que un lunes es tan especial como un sábado.
4. El contacto tecnológico permite tener una comunicación habitual con los amigos, sin embargo, se debe priorizar los planes presenciales en el caso de aquellos amigos que viven en la misma ciudad.
5. Comienza a practicar la amistad verdadera a partir del trato de respeto y cariño que te ofreces a ti mismo. Las relaciones de amistad con un espejo del diálogo interior.
6. Cuando un amigo te cuenta un problema, en realidad, no quiere que le resuelvas ese problema sino que le escuches. Esucha con el corazón porque a veces, lo esencial es invisible ante los ojos de la razón.
7. Toma la iniciativa para proponer planes de ocio a tus amigos sin quedar a la expectativa de que ellos lo hagan.
8. Recuerda que los silencios en la amistad también comunican. Existe significado más allá de las palabras. No solo es un aprendizaje encontrar espacios individuales de silencio sino también, momentos compartidos.
