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Cómo prepararte para la vuelta al trabajo

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El mes de septiembre representa desde que somos niños el inicio de un nuevo curso escolar. Una nueva etapa que viene marcada por la ilusión de nuevos objetivos y metas. Algunas personas que no disfrutan con su trabajo sufren con esta vuelta a la rutina. Sin embargo, es fundamental mantener una actitud positiva para iniciar el próximo mes de septiembre con una mente esperanzada y buena higiene mental. ¿Cómo adaptarte a la vuelta a la rutina?

1. Inicia la vuelta al trabajo con ritmo tranquilo para adaptarte poco a poco a tu actividad habitual. Es natural que el primer día de trabajo tengas la sensación de que no abarcas tanto como de costumbre.

2. Durante el verano, muchas personas mantienen menos contacto con su círculo social habitual. El mes de septiembre viene marcado por la ilusión de los reencuentros personales también en el trabajo. Disfruta de las emociones agradables que produce el compañerismo en la oficina.

3. El descanso del verano es muy saludable, sin embargo, este descanso en la mayoría de los casos dejaría de ser motivador si se prolongase durante mucho tiempo. Las rutinas del año aportan una seguridad y un aprovechamiento del tiempo que incrementa el desarrollo personal y la satisfacción presente.

4. ¿Cuál es tu afición preferida? Puedes tomar la iniciativa de apuntarte a un curso de ocio para disfrutar de una actividad que te gusta. Por ejemplo, muchas personas a las que les encanta pintar deciden alimentar su faceta artística a través de cursos especializados que se convierten en un antídoto antiestrés. Lo más importante es que por ocupada que tengas tu agenda profesional, no renuncies a espacios de ocio también durante la semana.

5. Los preparativos de la vuelta al trabajo también te ayudan a mentalizarte en positivo de los cambios que pronto se van a producir. Por ejemplo, durante los últimos días de rebajas puedes actualizar tu fondo de armario con ropa profesional para ir a la oficina.

6. Estrena una nueva agenda para anotar tus tareas y recados de la nueva rutina. Estos pequeños detalles también son un buen anclaje emocional.

7. Abre tu mente y tu corazón a todo lo bueno que está por venir en esta nueva etapa. Pero para ello, es saludable que previamente te marques objetivos que quieres lograr: ¿Qué dirección quieres dar a tu vida?