Destruir una idea de una persona es muy fácil, sin embargo, construir ese mensaje que ha elaborado no lo es. Por ello, antes de hacer una crítica destructiva valora el esfuerzo del otro y ten humildad para poder enriquecerte gracias a otro punto de vista. La verdad siempre se alcanza en el contexto del diálogo, las personas nos enriquecemos cuando gracias a una actitud asertiva tenemos un diálogo abierto.
Cualquier persona que tiene un trabajo con una exposición pública está expuesta a críticas destructivas. Críticas que también pueden darse en el contexto personal, por ejemplo, existen relaciones de pareja tóxicas en donde los ataques personales y los reproches son constantes.
¿Cómo sobrevivir a las críticas destructivas?
1. En primer lugar, no hagas propia la opinión de la otra persona, pon una barrera para que toda esa energía negativa no llegue a tu corazón. Aprende a relativizar: es solo una opinión de alguien externo a ti. Y si te ha dicho ese comentario de una forma destructiva, entonces, muestra su falta de saber estar.
2. Si no estás de acuerdo con la opinión que el otro tiene de ti, entonces, de una forma educada y amable, argumenta tu respuesta. Decir qué piensas te hará sentir mejor contigo mismo y eso es muy importante.
3. Sé realista: es imposible caer bien a todo el mundo, por tanto, evita sufrir por no ser del agrado de todos ya que entonces, nunca podrás estar plenamente bien al poner tu bienestar en manos de la opinión ajena. Da más peso a a tu criterio y a tu opinión que a la de alguien externo.
4. No dejes que las críticas te neutralicen. Respira hondo y mantén la calma. Especialmente, ante esas críticas que responden al esquema: «Eres tal y cual cosa», «siempre haces las cosas mal»… Sé crítico con esos comentarios para entender que no responden a una verdad absoluta.
5. Analiza de quién procede la crítica para darle más o menos autoridad a ese argumento. Por ejemplo, si sabes que es una persona que critica constantemente a los demás, por puro deporte, entonces, sé objetivo. El conflicto lo tiene tu interlocutor consigo mismo.
6. No dejes que las críticas destructivas afecten a tu diálogo interno: háblate con cariño y respeto.
Imagen: Paperblog
