DIFERENTES TIPOS DE MENTIRAS
La búsqueda de la verdad nos lleva a hacernos la siguiente pregunta: ¿hay diferentes tipos de mentira? ¿o una mentira es una mentira y punto? Y es que desde un simple “yo no he sido”, hasta la falsificación completa de una historia, puede haber todo un mundo de matices y diferencias.
Que una mentira es una mentira parece una obviedad… o no. Permíteme que deje esto para el siguiente post. De momento me voy a centrar en lo que Paul Ekman ha establecido como las dos formas fundamentales de mentir: falsear y ocultar.
Falsear
Mentimos falseando cuando cambiamos una verdad por otros datos. Imagínate una entrevista de trabajo donde el responsable de recursos humanos quiere saber si el candidato ha tenido problemas alguna vez con algún compañero de trabajo. Ante la pregunta ¿qué tal es tu relación con tus compañeros? El candidato, que en este caso sí ha tenido algún que otro problema, puede optar por falsear la verdad y declarar que siempre se lleva bien con todo el mundo, nunca tiene problemas con nadie, e incluso contar alguna anécdota o ejemplo para ilustrar su respuesta.
Existen otros muchos ejemplos, como “no sabía que no se debía hacer”, o “he estado todo el día en la oficina”, o todo lo contrario “nunca he estado allí”, “no sabía que había que hacerlo, nadie me lo dijo”, etc, etc.
Ocultar
Ahora bien, mentimos ocultando cuando decidimos no contar la información que tenemos en nuestro poder y eso genera error en la otra persona. Ante el mismo ejemplo de la entrevista de trabajo, el candidato puede ocultar que a veces tiene conflictos con sus compañeros sobre todo a la hora de coordinarse con ellos, a pesar de saber que el puesto va a requerir esa habilidad.
Y la diferencia es importante. Lo es, por las implicaciones que tiene para quien emite la mentira. La primera es más activa, y la segunda forma es más pasiva.
Las mentiras de ocultamiento no requieren tanto esfuerzo, puesto que no requieren memoria, ni gestión de las emociones, ni ponerse en las posibles reacciones del interlocutor, etc (ya hablé algo de esto en aprender a mentir); y además su coartada es mucho más fácil de disimular, ya que basta con argumentar su desconocimiento, o la intención de revelarlo más adelante, e incluso un fallo de memoria. Hay a quien incluso le parecen menos censurables.
La persona que está ocultando la verdad, y por tanto mintiendo, puede justificarse diciéndose que no le han preguntado, o que la víctima del engaño conoce la verdad. “Pensé que te lo habían dicho”, “creí que ya lo sabías”.
No dar opción
Es cierto que no siempre se puede acudir al ocultamiento cuando queremos mentir, como es el caso de falsear en la experiencia previa para acceder a un trabajo, por ejemplo. Ante el resto de las situaciones, será mejor hacer algunas preguntas que por lo menos pongan al posible mentiroso en la situación de tener que falsear antes que de ocultar.
Otras formas de mentir
No solo falseamos u ocultamos hechos. Y es que las emociones también podemos falsearlas u ocultarlas de diversas maneras.
Paul Ekman nos ilustra con el ejemplo de Mary, una paciente ingresada por depresión, que quiere obtener un permiso para poder ir unos días a casa con la intención de suicidarse. Para ello deberá mentir a su médico. Ante los nervios que muestra puede optar por decirle que es por las ganas que tiene de ver a su familia. No miente sobre sus emociones, pero sí sobre la causa que las provoca.
Ocultar las emociones no es fácil, sobre todo si se reflejan en nuestro rostro. Esa tristeza ante el ascenso de un compañero a un puesto al que también optábamos. De ahí el intento de ocultar el rostro, a veces inclinándolo, otras con las manos, y otras con una sonrisa. De esto, también hablaremos más adelante.
Escrito por Zara Beltrán (formadora oficial de Paul Ekman International en Darte Human and Business School)
Ilustraciones: Juan Ignacio Beltrán
Referencia: “Cómo detectar mentiras” de Dr. Paul Ekman
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