Una de las cosas que he descubierto a lo largo de estos años es que algunos caminos son sin retorno.
Te estarás preguntando, pues vaya… entonces para qué hacer…
La respuesta es sencilla. Avanzar, lograr tus sueños, aprender sobre ti mismo, disfrutar de la vida, cumplir metas… o descubrir cómo ser feliz… es un ‘camino’ que el día que lo inicias no tiene vuelta atrás.
Si hace unos años me hubieran dicho que iba a ‘partir una tabla de madera con la mano’, ‘doblar una barra de acero con la garganta’ o bien ‘andar sobre brasas’, mi respuesta hubiese sido clara y rotunda: ‘ni de broma’.
¿Estás sentado? –mira mi experiencia-
Hace unas semanas me llegó un correo sobre un curso de “Coaching” y “Firewalking”. Leyéndolo me vino a la cabeza que quizás ‘mis miedos’ me estaban jugando una mala pasada. ¿Qué había detrás de mis mil excusas? O ¿Por qué en algunas situaciones me sentía como una niña asustada?… No lo pensé más, me guié por mi primer impulso y, me apunté. ¿Qué tenía que perder? ¿Qué podía ganar? Si te contestara ahora a estas preguntas, mis respuestas serían infinitas, resumidas en ‘una experiencia positiva e increíble sobre el poder de mi mente’. Te confesaré que fue un día lleno de sorpresas sobre mis creencias, miedos conocidos y desconocidos, excusas, traiciones inconscientes, juicios… etc. Todo ello unido de repente a mi capacidad para confiar, valentía, dejarme llevar (fluir), enfrentarme a las situaciones y, principalmente, a mi propia mente. ¡Sin palabras!
No dudes. Si ves que la vida te manda señales, respira hondo y cógelas. ¡Te sorprenderá hasta dónde puedes llegar!
No se trata de idealizar, siempre habrá temas a los que tenemos que mirar de frente. Ahora bien, dejemos de hacernos los héroes y aceptemos la mano y el apoyo que nos tienden las herramientas del Coaching. ¡Prueba! ¿Qué puedes perder? ¿Qué ganarás?