Existen momentos mágicos en los que te sientes inmensamente feliz, afortunado por vivir, agradecido por protagonizar la maravillosa aventura de la existencia. Ser inmensamente feliz es sinónimo de conectar al cien por cien con el presente y abrir las manos de par en par para apreciar cada latido de vida, cada regalo de ilusión que llena tu corazón de paz y de tranquilidad. Cualquier momento del año es fantástico para experimentar esos momentos de felicidad que, por supuesto, también adquieren un color especial durante el verano. ¿Qué color tiene tu felicidad? ¿Qué formas la definen? Como si fueses un niño puedes animarte a dibujar tu concepto de felicidad para materializarla.
Ser inmensamente feliz es descubrir que los sueños se cumplen cuando menos te lo esperas. Que algo fantástico ocurre por arte de magia incluso cuando habías perdido la fe en que eso sucediera. Ser inmensamente feliz es saber que estás en el lugar correcto, disfrutando de cada paso del camino.
Ser inmensamente feliz es tener dudas pero también, criterio para resolverlas. Es tener miedos pero también, fortaleza para superarlos. Es tener desconocimiento pero también, capacidad para hacer un buen uso de la experiencia práctica y hacer frente al desconocimiento con sabiduría vital.
Ser inmensamente feliz es sentir mariposas revolotenando en la boca del estómago porque estás enamorado de la vida que es el amor en su máxima expresión. Miras a tu alrededor y te sientes desbordado por la perfección de tanta belleza que refuerza tu pensamiento positivo, tu autoestima, tus ganas de vivir y de compartir.
La felicidad puede ser una habitación con vistas al mar que representa de forma metafórica la inmensidad de posibilidades que tienes frente a ti. Abre de par en par las puertas de esa ventana, observa las impresionantes vistas que muestran la belleza con una nitidez que desborda el corazón de fuerza y de vida.
Hoy es un fantástico día para ser inmensamente feliz porque tú te lo mereces. Mientras que existen otros objetivos vitales que tienen carácater de medio, la felicidad es un fin en sí mismo que no debes posponer para mañana.
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