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Siete formas de esclavitud emocional

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La libertad es fuente de bienestar ya que cualquier persona vive mejor y se siente en paz consigo misma cuando ejerce su libertad en la toma de decisiones. Sin embargo, los seres humanos somos tan complejos que podemos ser esclavos de más cosas que el tabaco. Una esclavitud es una dependencia que controla a la persona y no al revés. Además, aquel que tiene una adicción de cualquier tipo, tiene la sensación de que a través de esa dependencia llena sus vacíos internos, cuando es al revés. Es decir, va cayendo en un agujero negro de desencanto, tristeza, malestar e ira.

Existen muchas formas de esclavitud emocional y todas ellas son muy dañinas:

1. La necesidad de aprobación por parte de los demás lleva a una persona a vivir siempre a la expectativa de aquello que digan los otros. Puede vivirse esta dependencia en el plano personal o también, en el ámbito laboral.

2. La adicción a las compras es un problema real en una sociedad en la que el consumismo es un valor en alza. Pero además, en ocasiones, se confunde el ser con el tener y la apariencia con la autenticidad.

3. La adicción al amor la viven aquellas personas que enlazan una ruptura sentimental tras otra y no se dan un tiempo a sí mismas para elaborar el proceso de duelo.

4. La dependencia en pareja también es propia de aquellos que reducen su universo existencial, dejando de lado relaciones de amistad, para pasar la mayor parte del tiempo en pareja. Así se crea un vínculo tóxico y agobiante en el que falta oxígeno para respirar.

5. Existen personas que también son esclavas de su propia imagen y se miran constantemente ante el espejo para sentir que están perfectas. Sin embargo, este hábito suele producir insatisfacción.

6. La adicción al teléfono móvil es una realidad puesto que existen personas que sienten una gran ansiedad cuando se han dejado el teléfono móvil olvidado en casa. La adicción a las nuevas tecnologías también tiene otras formas, por ejemplo, adicción a las redes sociales o adicción a internet en general.

7. La televisión también hace mucho daño a aquellos que permanecen gran parte de su tiempo sentados sin vivir su propia vida para vivir la vida de otros a través de la ficción.

Foto – Recuperación Emocional