Formación y cursos de Coaching

¿SOBREPROTEJO A MI HIJO?

Compartir

Continuando con las inquietudes que muchos padres y madres me han hecho llegar, en este artículo voy a tratar uno de los temas más polémicos y presentes a lo largo de la enseñanza y educación de nuestros hijos: la Sobreprotección. Para ello explicaré qué es la protección y qué, la sobreprotección. Definiré los distintos tipos de padres/madres, así como las características de los padres/madres sobreprotectores. También abordaré las conductas de los hijos sobreprotegidos y qué sienten los adolescentes cuando sus familias los sobreprotegen. Para finalizar y a modo de herramienta práctica, os planteo un pequeño test, que os podrá ayudar a averiguar si sobreprotegéis a vuestros hijos, así como pequeñas acciones diarias para poder resolver esta situación.

Comenzamos.

 

¿Qué es protección y qué, sobreprotección?

Protección, del latín protectĭo, es la acción y efecto de proteger (resguardar, defender o amparar a algo o alguien). La protección es un cuidado preventivo ante un eventual riesgo o problema. En la primera etapa de la infancia, aproximadamente hasta los 2 ó 3 años, es normal que esa protección sea mayor, el niño es más vulnerable y aún no sabe pedir aquello que necesita. Pero a partir de esa época, aumenta en los pequeños la necesidad de independizarse de los padres, buscan nuevos retos que les faciliten nuevas experiencias, comienzan a tomar consciencia de sí mismos como seres independientes.

Sobreproteger es un término que corresponde a una protección excesiva. Muchos padres y madres ejercen o han ejercido (sin ser conscientes en ningún momento y sin voluntad de querer hacer daño) en algún momento este tipo de sobreprotección, con la que intentan que sus hijos no sufran por ningún motivo, se anticipan a cualquier necesidad o cualquier cosa que pida el niño. También ocurre esto cuando los padres procuran evitar enfrentarse a los hijos y ceden su autoridad, permitiendo que estos hagan aquello que más les plazca.

Quizá os suenen alguna de las siguientes frases tipo:

“No hagas eso que puedes lastimarte”. “Pobrecito, es muy pequeño”. “Deja, que ya lo hago yo” (cuando hay prisa, o es tarde y está muy cansado). “No vas a dormir a casa de tu amigo, porque yo no conozco a esa familia”, etc.

 

Tipologías de padres. Características básicas (¿Te reconoces en alguna/s de ellas?)

El “overparenting”, o sobreprotección, ha sido punto de partida de un vocabulario cada vez más completo, en el que se han clasificado los siguientes tipos de padres:

  • Helicópteros. Son aquellos padres que “sobrevuelan” las vidas de sus hijos tomando decisiones que les corresponden a estos últimos e, incluso, llegando a hacer cosas como entregar solicitudes de ingreso en la universidad (Javier Urra, ex defensor del Menos en la Comunidad de Madrid ha llegado a presenciar este hecho y constata el aumento de la híper protección en los hijos), o llamar a una directora de Recursos Humanos después de la entrevista de trabajo que había realizado su hijo el día anterior. Son padres que han permitido que sus vidas giren alrededor de la vida de sus hijos.
  • Bulldozers”. También conocidos como padres “apisonadora” (que allanan el camino de sus hijos para evitarles futuros problemas), o padres “guardaespaldas” (pasan a ser la sombra constante de sus hijos para evitar que nada ni nadie les haga daño)
  • Tigres. Se trata de aquellos padres excesivamente estrictos, con altas expectativas sobre sus hijos a los que controlan desmesuradamente de manera psicológica.
  • Faros. Ejercen de padres líder, acompañan y guían sin entrometerse en las decisiones de sus hijos, dejándoles que cometan equivocaciones y no les marcan cuál es el rumbo hacia el que deberían dirigirse.

 

Todos los padres y madres (yo la primera) sobreprotegemos en algún momento a nuestros hijos. Pero si este hecho pasa de aislado a práctica habitual, necesitamos poner todos nuestros sentidos en alerta y observarnos a nosotros y a nuestros hijos. Un padre/madre se convierte en sobreprotector si:

a) Realizan aquellas tareas para las que sus hijos están perfectamente capacitados.

curso couching madrid

b) Toleran excesivamente todas y cada una de las demandas y exigencias de los hijos.

c) Limitan o impiden que sus hijos exploren el mundo (todo es una amenaza, todo está sucio, nadie es lo suficientemente bueno, etc.)

d) Si sus hijos comenten errores, lo justifican, o ignoran.

e) Responden por sus hijos si otras personas se dirigen a ellos impidiendo que se expresen por sí mismos.

f) Usan el miedo para controlar a sus hijos (“No hagas eso, que te vas a caer”, “Si haces eso así te harás daño”, etc.)

g) Se sienten culpables si no ayudan a sus hijos cuando se encuentran con alguna dificultad.

 

¿Qué les ocurre a nuestros hijos cuando nosotros, como padres, les sobreprotegemos en exceso de manera habitual?

Dentro de la investigación que he realizado en la documentación de este tema controvertido, he encontrado diferentes conductas presentes en los hijos sobreprotegidos:

  1. Miedo e inseguridad.
  2. Dificultad para adaptarse a nuevas situaciones.
  3. Acostumbrado a que le hagan las cosas. Solo realiza las actividades si alguien le ayuda, o se lo pide.
  4. Niños de su mismo rango de edad son más independientes.
  5. No le gusta esforzarse y esto lo pone de mal humor.
  6. Demanda las cosas con mala actitud, ya sea gritando, llorando, etc. Pero siempre exigiendo.

No olvidemos que unos padres que sobreprotegen constantemente a sus hijos, tienen una alta probabilidad en convertirse en unos padres tóxicos.

https://psicologiaymente.net/social/padres-toxicos – !

 

La sobreprotección en la adolescencia

Metiéndonos de lleno en la época de la adolescencia, tema que me compete de manera bastante directa por mi profesión y por ser parte de mi público objetivo, he descubierto cuatro campos o temas que afectan profundamente a nuestros hijos adolescentes:

  • DEPENDENCIA. Acostumbrados a que sus padres lo hagan absolutamente todo por sus hijos, llegan a tener verdaderos problemas cuando surge la oportunidad de relacionarse con otras personas sin que estén sus padres delante, por ejemplo, cuando se van de casa para iniciar sus estudios universitarios y no se ven capaces de relacionarse con otros compañeros, pueden tener conductas irresponsables o, incluso, no se visten acorde a su edad.
  • INUTILIDAD. Tener a los padres permanentemente detrás (padres “guardaespaldas” o padres “bulldozer”, anteriormente mencionados), puede convertir a sus hijos adolescentes en jóvenes con una autoestima extremadamente baja, puesto que creen que no son capaces de hacer absolutamente nada por sí mismos sin sus padres)
  • DESCONFIANZA. No dar el suficiente espacio y libertad a nuestros hijos adolescentes, generará una distancia emocional y física por parte de los chicos, que necesitan crecer cada vez más independientes para llegar a vivir solos.
  • MIEDO. El miedo que como padres sentimos a la hora de proteger o sobreproteger – involuntariamente en la mayoría de los casos – (según el caso, ya lo he dicho al inicio del artículo) vamos a terminar por transmitírselo. Algunos adolescentes optarán por alejarse y otros integrarán ese miedo cuando tengan que tomar decisiones o actuar en sus vidas.

 

 

Para ir terminando, quiero proponeros que hagáis este test de la manera más honesta para con vosotros mismos. No hay respuestas correctas o incorrectas. Pero sí que os puede servir como guía para conocer más vuestro comportamiento (muchas veces automático e inconsciente) diario en casa con vuestros hijos. Espero que os sea de utilidad. Si os dais cuenta de que queréis cambiar algo, escribidme y os ayudo en aquello que queráis. Dejad vuestros comentarios dentro de este artículo, para que yo pueda encontrarlo con más facilidad:

 

TEST

  1. ¿Quién es la persona encargada de dar el “visto bueno” a las tareas o decisiones de tu hijo?
    1. Él mismo y, si necesita mi ayuda, puede contar con ella.
    2. Yo.
    3. Él mismo en colaboración conmigo.
  2. ¿Cuándo alguien pregunta a mi hijo…?
    1. Contesto yo por él para que todo quede bien claro.
    2. Contesta él mismo.
    3. Contesta él mismo, pero yo lo aclaro.
  3. Cuando algún otro niño molesta a mi hijo en el parque, escuela, etcétera
    1. Puede contar con mi apoyo, pero debe defenderse él mismo.
    2. Le digo lo que tiene que decir, y a veces intervengo o pongo mala cara.
    3. Intervengo directamente para defenderlo.
  4. ¿Quién se encarga de los cuidados personales de tu hijo (bañarse, comer, peinarse, recoger su ropa…)?
    1. Él y, si no ha adquirido todavía la habilidad, le ayudo para enseñarle.
    2. Yo; él no sabe.
    3. Muchas veces yo.
  5. Siento que la responsabilidad de todo lo que acontece a mi hijo
    1. Es mía (especialmente si es pequeño), y de él (especialmente si es mayor).
    2. Es solo mía.
    3. Es en gran parte mía.
  6. En lo que respecta a las tareas escolares de mi hijo
    1. Las hace él.
    2. Me tengo que poner yo para que las haga.
    3. Muchas veces se las hago yo directamente, porque no las hace como yo quiero.
  7. Cuando mi hijo me pide salir con amigos de su edad
    1. No le dejo si no les conozco, o hablo con sus padres antes.
    2. Le dejo, pero preocupado porque prefiero verlos antes.
    3. Le dejo si no hay problema para ello.
  8. Cuando trato de proteger a mi hijo
    1. Le digo que cuente con mi ayuda si la necesita.
    2. Le digo que preste atención por si las cosas van mal.
    3. Le cuento todo lo malo que puede ocurrirle si no me hace caso.
  9. De cara a los demás, si mi hijo comete un error…
    1. Lo cuento si no me queda más remedio.
    2. Si surge lo cuento; debe asumirlo.
    3. Lo oculto, o lo niego si se dan cuenta.
  10. Cuando otro adulto corrige a mi hijo
    1. Me molesta porque su madre/padre soy yo.
    2. No me gusta mucho que lo hagan, pues no le conocen bien.
    3. Si se ha confundido, está bien hecho.
  11. ¿Con qué frecuencia crees que tomas decisiones por tu hijo que él mismo podría haber decidido por sí mismo?
    1. Pocas veces.
    2. Prácticamente a diario.
    3. En varias ocasiones.
  12. ¿Con qué frecuencia le dices a tu hijo eso de “tú aún eres pequeño/joven… hazme caso a mí”?
    1. Bastantes veces.
    2. Nunca.
    3. Alguna vez.

 

Y ahora….

 

¡¡UN REGALITO!!

¡¡Una magnífica infografía que resume todo lo anterior!!

curso couching madrid